domingo, 27 de mayo de 2007

El Fantasma del Campamento Amistad

Novela Inédita

Sinopsis: Marc Van Ritter lleva una vida sosegada y carente de emociones en un condominio a las afueras de la ciudad donde pasa los días escribiendo y buscando que la realidad no lo perturbe. Sin embargo, cuando un grupo de jóvenes llega a pasar el Año Nuevo, se irán revelando una serie de secretos y rencores que conllevarán a descubrir una realidad tormentosa y violenta.

Fragmento:

El Campamento Amistad no era exactamente un campamento y la amistad era relativa. Ubicado a 50 kilómetros de Lima, dos horas más o menos, el Campamento fue un espacio de vegetación y buen clima. La existencia del Lago Amistad, con presencia de animales y peces, le daba un toque paradisiaco.
En los setenta, un pequeño grupo de gente, digamos un poco acomodada, clase media-alta, burgueses prósperos, entre los cuales estaban los padres de Rodrigo, –jóvenes esposos en busca de una vida diferente–, compraron el terreno, votaron a los animales, cortaron algunos árboles, instalaron tuberías, sistemas de electricidad y levantaron casas amplias, cómodas, funcionales y a la vez rústicas con piscinas, hamacas y porches.
Sólo un letrero anunciaba:


CAMPAMENTO AMISTAD
Propiedad Privada

La gente se relajaba y llevaba una vida tranquila o eso parecía. Se empezó a volver caro vivir allí, la zona, en esa época estaba mucho más alejada de la ciudad que hoy en día y producía sensaciones de aislamiento. Para bien y para mal.
Se pusieron a la venta más terrenos. Al principio, no hubo respuestas. Se tuvieron que hacer nuevos cálculos y bajaron los precios. Poco a poco, semana a semana, mes a mes, se levantaron casas por aquí y por allá.
La vida en Campamento Amistad era relajada y tranquila pero también extraña.
En los ochentas, ya había una segunda generación que se lo pasaban haciendo travesuras con la complicidad de los árboles y los espacios abiertos y alejados por la noche: fumaban hierba. Chicos y chicas se toqueteaban. A veces habían peleas. Algunas adolescentes empezaban a salir embarazadas antes de terminar el colegio, lo cual generó rencores irreconciliables entre familias vecinas.
Se produjeron robos misteriosos. Cercaron el lugar y colocaron vigilantes armados:

CAMPAMENTO AMISTAD
Propiedad Privada
SÓLO SOCIOS


La vida de los adultos maduros también giraba ya sobre un eje decadente: agobiantes problemas económicos; enfermedades costosas, dramáticas y patéticas; infidelidades que duelen; depresión e hijos rebeldes.
Corrían los primeros noventas, cuando sucedió la tragedia.
Un grupo de jóvenes, chicos y chicas, considerados de los más revoltosos y sospechosos de haber perpetrado los robos dentro del Campamento, se internaron en el bosque, cargados de drogas, alcohol y música estruendosa.
Se dice que se bañaron todos juntos y desnudos en el Lago; que totalmente colocados utilizaron y luego destrozaron los juegos infantiles. Celebraron una orgía, se perdieron en la noche rodeada de montañas, bajo la luna... y amanecieron muertos los cinco, regados por distintas partes del Campamento Amistad.
La policía investigó, se tejieron vagas teorías y no se llegó a nada. Sin embargo, la idea de que el asesino fuese un vecino, siempre fue la más fuerte. Muchas familias se fueron de allí, incluyendo la de Rodrigo.
Se establecieron normas estrictas. No se admitió nuevos propietarios, ni se construyeron más casas. Por lo tanto, la familia de Rodrigo jamás vendió la casa, ahí estaba, ahí seguía, eventualmente mandaban a alguien a mantenerla habitable, incluso la utilizaron un par de veces como nidito de amor.
Pero nada más.
No tenía vida, era una casa muerta por casi 15 años.

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