sábado, 23 de junio de 2007

Presentación Días Distintos

Por: Oswaldo Reynoso

Discurso dado por el escritor Oswaldo Reynoso en la presentación de mi novela Días Distintos, el día lunes 26 de julio del 2004 en La Noche de Barranco.
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(...) Cuando comencé a leer la novela, un día él me llamó por teléfono y le dije que la novela me parecía un poco superficial, que tomaba los temas que siempre se están tomando y eso fue una falta de mi parte porque yo debí ser más prudente y decirle que esperaba leer toda la novela. Pero, conforme iba avanzando en la lectura, esa primera impresión desapareció por completo. Y eso tiene que ver con lo siguiente:

Actualmente, los críticos, estudiosos y comentaristas de periódicos y revistas sobre la narrativa peruana y latinoamericana han dado por calificar como novela light a todas las novelas que tratan de las drogas, del sexo, de algunos acontecimientos que tienen que ver con el crimen e inmediatamente les clavan el apelativo de novela light.
Y yo siempre he sostenido que esa calificación es errónea porque lo light no está dado por los temas, lo light está dado por el tratamiento que se da a los temas.
Necesariamente, una novela trata de lo humano y en lo humano está el sexo, el amor, los celos, el crimen, la traición, el poder. En la medida, en que el autor enfoque estos temas, la novela será light.

Es posible, que algunos críticos califiquen a esta novela como una novela light. A mi me parece que no tiene nada de light. Es una novela profunda.
Se dirá: Habla de sexo. Y, hay dos formas de hablar de sexo. Habla de drogas. Sí pues, pero hay dos formas de hablar de drogas. Habla del desenfreno de una juventud actual. Depende de la forma como nosotros enfoquemos, en una obra narrativa, estos problemas.
Y aquí, César, a pesar de su edad y a pesar de ser la primera novela que publica, tiene profundidad.
No es simplemente el relato de una intriga, de una ventura policial o de una novela negra light. Porque cuando la novela negra o policial es profunda, se introduce en los problemas fundamentales del ser humano. Ese tratar de descubrir el futuro, ese tratar de descubrir las diferentes relaciones que se presentan en la vida y eso lo hace César y lo hace con verdadero talento y no es ninguna exageración. Yo no tengo la costumbre de exagerar.
Ahora, quiero referirme a algunos asuntos en relación con la novela:

1) Las Influencias del Autor
Efectivamente, detrás de cada escritor hay un libro o hay varios libros. No hay, hasta el momento, ningún escritor que no haya recibido influencias. Pero depende como esa influencia nos influye.
Se puede recibir una influencia en la que el autor es un fiel seguidor del escritor que considera su maestro. Se puede tratar de superar al maestro. Y la otra influencia saludable, es cuando la creación se transforma en un campo de batalla contra el maestro que influye.
Que es lo que sucede acá –mostrando el libro–. La lucha de César contra los maestros de la novela negra y policial. Él acá libra una batalla, se ve, a lo mejor, él no es consciente de esa batalla pero yo he visto que libra una batalla contra los maestros que influyen en él.
Me parece que esta es una influencia saludable.

2) Realidad Real vs Realidad Ficcional
Hay la realidad que podríamos decir real, nosotros estamos acá, es una realidad. El tiempo está pasando, no podemos detener el tiempo, es una realidad total, definitiva y completa.
Pero, hay otra realidad, la realidad ficcional, la realidad que el autor construye en forma paralela a esta realidad que pasa y no va a volver. Pero, el autor puede tomar como elemento de su ficción esta realidad real y darle la categoría de una realidad ficcional. Pero, esta ficción no puede ser arbitraria porque esta realidad que se construye en forma paralela a la realidad real tiene que tener también una estructura, tiene que tomar determinadas reglas de creación. Y eso es lo que yo encuentro en esta novela ¨Días Distintos¨.
Se dirá, por ejemplo, que hay algunas escenas que no corresponden a la realidad real, y eso no interesa, porque él no está haciendo un testimonio de la realidad real, él está construyendo una realidad y esa realidad es un universo y ese universo tiene sus reglas.
Si un personaje se presenta en tales características, ese personaje, a lo largo de la novela, tiene que tener su desarrollo dentro de ese universo. Es posible, que ese desarrollo no se dé en la realidad real pero si se dé en la realidad ficcional, y si el lector, al introducirse en esa realidad, encuentra que eso obedece a determinadas reglas dentro de esa realidad ficcional, la novela es lograda.
Por eso, a veces, también me extraña que algunos críticos siempre están comparando la realidad ficcional con la realidad real. Se pueden hacer comparaciones, porque además esa realidad ficcional parte de una realidad real. Es decir, hay algunos vasos comunicantes, pero hay que saber tratar esos vasos comunicantes.
A lo largo de la novela, los personajes reflexionan sobre esta realidad real sin escapar de la realidad ficcional. Y eso, es un elemento importante, no sólo en la novela policial sino en todo tipo de novela.

3) Vocabulario
Actualmente, se ha puesto de moda el exigir a la narrativa una forma de lenguaje estándar. Ya estoy leyendo yo algunos comentarios: No, no. Esa novela maneja muy bien el lenguaje estándar. No hay manejo correcto, artístico de la lengua estándar. Pero eso es un contra sentido. Porque hay una lengua estándar culta y una lengua cotidiana. Ahí podemos poner la forma como hablan los jóvenes, los pirañitas. Los jóvenes universitarios, actualmente, tienen una jerga propia de ellos, que va evolucionando.
Ahora, el narrador puede hacer un trabajo artístico, tanto de la lengua estándar o culta como de la lengua coloquial o popular. Si la literatura es arte y toma como referencia la palabra, entonces el autor tiene pleno derecho de trabajar artísticamente la jerga y la lengua culta y eso es lo que hay en esta novela. Ha captado, en los diálogos, la forma como actualmente hablan los jóvenes de un estrato social determinado.
Es posible, que algunas personas se extrañen, se asombren, porque en una novela encuentren groserías, pero que quieren, si el personaje es un muchacho actual de una universidad, ¿quieren qué hable como el Cardenal Cipriani?, aunque, a veces, él también hable groserías.
Pero, cuando los parlamentos obedecen exactamente a los personajes y cuando se lee la novela y da la sensación de estar escuchando al personaje, se ha conseguido un aspecto interesante en la novela moderna, que es la oralidad.

4) Influencias de la Novela Norteamericana
También se puede criticar, yo ya he visto que han aparecido algunas novelas que dicen que tienen influencias de la novela norteamericana, que a lo largo de la novela, dan la marca de las ropas, la marca de los perfumes, la marca de los cigarros. Y también, hay bastantes alusiones a la música moderna, a bandas, a diferentes tipos de ropa.
Se dirá, que es una copia de la novela norteamericana, a mí me parece que no. Y me sorprende que digan eso, las mismas personas que hablan de la globalización. O es que acaso, nosotros no estamos viviendo en un mundo consumista.
Eso de dar las marcas de la ropa, de los perfumes y los cigarros y de la música moderna, eso lo vemos todos los días en Lima. Otra cosa sería, si ese fenómeno no se presentara en Lima y por la influencia de la novela norteamericana, nosotros lo colocáramos en nuestra narrativa. No! Eso es natural en Lima. Entonces, porque un escritor no puede tomar ese elemento de la realidad y trabajarlo artísticamente.
Así que a lo mejor, van a ver algunos críticos que te van a decir eso, no les hagas caso, porque no tienen absolutamente ninguna razón.

5) Manejo de Personajes, Espacio y Tiempo
En una novela, fundamentalmente, hay tres elementos: el manejo de los personajes y el manejo del espacio y el tiempo.
- Ya he hablado de los personajes, los personajes están muy bien delineados, en los parlamentos de los personajes se ve que, efectivamente, hay un trabajo de oralidad, que es importante en una novela.
- En lo que se refiere al tiempo, el tiempo narrativo es vertiginoso, no hay respiro y eso corresponde exactamente a la trama de la novela. Una novela trabajada con esa trama, policial y de intriga, no puede ser, pues, una novela lenta. Pero, ese tratamiento del tiempo vertiginoso, tiene que tener dos condiciones: tensión e intensidad. Y efectivamente, en toda la novela hay tensión, es decir, que se plantea la novela de tal forma que parece que en cualquier momento se va a romper, como si estuviésemos jalando un elástico. Pero, en momentos claves, hay la intensidad que va dando los pasos para el final de la novela.

No les voy a hablar del argumento de la novela. Solamente les puedo decir, que es un argumento muy interesante, es un argumento verdaderamente impresionante. El lector, a lo largo de la lectura, siempre está en vilo.

Para terminar, yo he marcado algunas partes que quisiera leerles. Por ejemplo, dice:

–¿Estás drogado?
–Estoy drogado de sueños, de fe.
–¿De fe en qué?
–Vane, si tú me preguntas eso, no, no, mejor dicho, si yo respondo de manera lógica a eso, entonces estaría contraponiéndome a todo principio de fe.
–Álvaro...
–Donde las palabras callan –interrumpiéndola–, el silencio encuentra respuesta.
–¿Y eso qué quiere decir?
–Es un acertijo milenario. El día que alguien pueda explicarlo coherentemente perderá toda energía mística, lo mismo para con la fe.

Esta novela está salpicada de estos diálogos que demuestran una profundidad. Dice:

–¿Y por eso preferiste vender droga?
–Tal vez, aunque no creas que eso me hace feliz. Es sólo un pasatiempo, una forma de ganar dinero pero en el fondo es la misma mierda. Cuestión de superficies, en realidad no importa mucho.
–¿Qué es lo que importa?
–Nada. La manera como te ganas la vida, como se ve tu cabello, tus ideales, el tiempo, hagas lo que hagas en estos días da igual.
–Tiene sentido.
–Pero al menos tú eres escritor, puedes ocupar tu tiempo libre en algo mejor.
–¿Y para qué? ¿A quién le importa las palabras? Cuando acababa la secundaria escribí una novela corta, muy buena, modestia aparte. Fue directa, actual, agresiva, vanguardista en cierto punto, con el fin de remover a la gente que me rodeaba, captar polémica, interesar a las chicas. La publiqué con mi dinero y al ingresar a la universidad la tomé como mi carta de presentación. Los supuestos intelectuales dijeron que era precaria, que la música, el sexo, las drogas y la desolación juvenil era tema de escritor sensacionalista. El resto dijo que era bonita, que es lo mismo que nada.

Esto es importante, es una reflexión sobre la misma novela que hace el autor, porque esta novela trata de eso: de música, de sexo, de drogas y de la desolación juvenil. Y el mismo autor está reflexionando sobre lo que está haciendo. Por eso me ha agradado la novela porque, por lo general, yo he leído este tipo de novelas y los autores simplemente describen, presentan, muestran pero los personajes no llegan a esta profundidad de reflexión. Dice:

Una interrogante saltó del subconsciente. ¿Es esta mi generación o sólo un estereotipo de mi medio social?

Les estoy leyendo estos párrafos para que Uds. capten la profundidad, una pista sobre la sociedad. Dice:

–Un kilo sin cortar –dijo el Lagarto moviendo la bolsa en su mano–. Necesito nueve más de estas bolsitas porque seguramente, quizá tú o algunas personas lo vean como un simple polvito que se meten por la nariz pero para mí cuñao, para mí esto es más profundo, más místico, esto es... –y en mi oído añadió– PODER... y dinero por supuesto, mucho.

Verdaderamente, a mí me han conmovido estas reflexiones de los personajes dentro de un mundo de ficción. Y para darles un ejemplo de una prosa nerviosa, de una prosa que está a tono del mismo torbellino de la acción:

Jueves, día soleado, cielo celeste, nubes algodonescas, medio día: bermuda de corduroy, polo con cuello, zapatillas, lentes Oakley modelo clásico, mochila Quiksilver. En el taxi, rumbo al hostal...

Este es el ritmo de la prosa.

–¿Esto es tuyo? ¿Tú lo construiste?
–¿Yo? No Álvaro, yo no lo construí, lo hizo mi viejo, sabes, hace muchos años que dejó de invertir en el Perú por la época oscura que atravesábamos, pero ahora que las cosas parecen mejorar, ha decidido darle una oportunidad al país y realizar esta obra para el pueblo. El gobierno ha estado presionando mucho a la familia, nos han llenado de impuestos hundiendo nuestras empresas, pero como ves, no es fácil desaparecernos del mapa. Mi padre está fuera por el momento solucionando ciertos problemas legales y no tardará mucho en regresar por la puerta grande.

Debo advertir que los personajes que aparecen en esta novela pertenecen a altas clases sociales y clases con mucho poder económico y político en el país. Ese es otro elemento importante. Por lo general, este tipo de novelas, como las de Galarza y la de otros escritores jóvenes, presentan personajes de una clase media acomodada. Dice:

Y sobrevivimos.
Ese fue el problema: las chicas, las drogas, la ropa, nuestros viejos siempre ocupados o estresados después del trabajo, en la mesa, en la Nochebuena, a la hora de escoger los regalos en el centro comercial. Y antes, cuando no había centros comerciales, ¿te acuerdas? Apagones, colas para la comida y todo eso que en realidad no nos afectó porque éramos muy libres. Después pasó el toque de queda, llegó la adolescencia y ya se podía salir de noche con relativa tranquilidad.

Sólo somos víctimas de la superficialidad, no promotoras de ella. Nuestros padres tuvieron la culpa, ellos se vendieron, nosotros tuvimos que crecer sin la identidad que nos robaron.

¿Escuchaste alguna vez eso de generación X? Creo que así nos denominaban, de cualquier forma nunca nos hablaron sobre eso en el colegio, ni en la universidad, ni en casa; no, en esta parte del mundo se conformaron con decirnos que el terrorismo estaba terminado y nos sentaron frente al Súper Nintendo.

Como Uds. podrán apreciar, simplemente he querido dar lectura a algunas partes muy pequeñas para que Uds. vean que no se trata de una novela light. Novela light sería si solamente se limitara a describir los abatares y peripecias de este grupo de jóvenes universitarios que entran al delito, porque como Uds. habrán comprobado con estas lecturas, que es una novela que reflexiona, que es una novela, voy a emplear una frase de un escritor, es una novela que constantemente se está mirando el ombligo. GRACIAS.
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Discurso que di en la presentación de mi novela Días Distintos.

“Días Distintos no pretende ni pretendió ser una novela bonita. Es quizá, por un lado, un manifiesto generacional, la alternativa criolla a la Generación X determinada por noches de juergas llevadas al límite, la obsesión por la actitud escapista y pornográfica del sexo, los confusos y dispares intentos por asentar una cultura de consumo en un país tercermundista como éste; y claro, la desolación representada por los excesos y la falta de opciones por parte de la sociedad.

Por otro lado, Días Distintos es una novela de trama, que gira, y este es el verdadero móvil de la obra, en base a la resolución casi policiaca de un acto de tráfico ilícito de drogas.
Es un libro que toma diferentes vertientes que el lector decide o no tomar en cuenta. Mucho de lo dicho en la novela carece de importancia en un sentido, y es bastante simbólico por otro.
La alusión semiconstante de personas conocidas y lugares comunes, responde al carácter visual de la narración. Es, de alguna manera, una obra pop; pop pero con raíces chicha, es decir, llevando a la parodia a este término. Sin embargo, se reconoce a la superficialidad como contexto general del individuo promedio, no exclusivamente de los jóvenes.

Días Distintos no pretende ni pretendió ser una novela bonita. Ofrece sí una salida, que no es una solución.

Es el primer eslabón de tres novelas que ofrecen cierta visión de Lima, una visión que no busco imponer a nadie.

Días Distintos, al ser una novela juvenil, muestra planos improvisados e intencionalmente inmaduros de reflexión, pero que entrelíneas, a través del ojo cínico, terminan siendo bastante contundentes.

Es más cómodo, para un escritor, escribir sus obras que hablar sobre ellas. La mayoría de cosas que uno hace con nobleza literaria son tomadas con maldad. Hay cosas que no volvería a hacer ni a escribir. Si puedo resultar pesimista prefiero que sea así en mis novelas y no en la vida.
Yo no hago libros para la crítica, ni con afán de alimentar la pretensión fatua del lenguaje; los libros son de aquellos que los quieran leer y de nadie más”.

domingo, 27 de mayo de 2007

LA VIDA NO ES UNA EXCUSA

Algún día alguien descubrirá estas líneas en una noche oscura,
o en una noche sin planes, o en una de esas noches
en que hay tantas responsabilidades encima
que no se puede dejar pasar la oportunidad
de desentenderse de ellas,
para leer esto que escribí cuando el mundo me exigía
que haga otras cosas.
Pero aquí no hay rebeldía ni reacción;
el que entienda lo que hago
encontrará las llaves antes de empezar a buscarlas.
A esa persona es a la que le debo mis obras, mis tachones,
mis horas de insomnio, la belleza y el horror.

* * *

Y de pronto encontré la pena que yacía invisible,
palpable en otras dimensiones.
Esa pena de los momentos importantes, del hablar de amor,
de la santidad del arte,
de la madrugada que se va convirtiendo en día
y del asco en la garganta.
Esta pena, el chute, un gesto sensual
o la canción flotando bajo un mismo cielo,
enredados en las mismas nubes de humo.
Después el despertar,
la imposibilidad de despegarte de la almohada,
el despertar con jazz o música del recuerdo,
el toque mágico para empezar el día.
Porque escribimos tras unas rejas,
miramos a través de algunas ventanas
y robamos lo que podemos.
Cuando la semana corre hacia su fin,
hacia su espacio donde todo acaba
y va cayendo el día en espera de la noche
sobre Chacarilla Halley,
este otro lugar, estas otras calles,
los parques que conosco,
las pistas que huyen del neón,
el abandono del dolor,
abriendo nuevas puertas,
estas puertas a ningún lugar de la eternidad.

* * *

Un carril, una ruta marcada, el ascenso –
la quimera de la pasión – mi amada.
Un caballero sin caballo, con la espada aferrada a la mano,
el escudo algunos metro más allá –
estas botas pisan más que tierra,
este corazón rompe silencios vanos, trampas para listos,
telarañas de vampiros.
La luna cuelga del cielo,
el Expreso de medianoche se va sin decir más.
Esperaremos por vino o cerveza, esperaremos más,
rayaremos canciones,
esperaremos al hombre, callemos al aburrimiento,
saboriemos a frígidos intervalos
después de una ronda más.
Un libro, una frase, un recuerdo,
el ritmo que no para,
las palabras que se suceden,
que mueren una tras otra.
No hay remedio.
Pasémosla bien entonces,
esperaremos un poco más...
huyamos del alba,
que el sol no nos coja despiertos.
Rescatemos un par de canciones de amor
y te las regalo a ti, mi mujercita.
Después de un último suspiro no hay nada.
Caer en el pesimismo es demasiado fácil.
Alertas
Conscientes
Lucidez claustrofóbica.
Algunas noches que no terminan bien,
otro retraso,
la cola para ir al baño.
Los mismos cabellos, besos,
la búsqueda del punto final.
Escribo desde el fondo.
Nada vale más que esto.

Un beso para ti, mujercita,
un beso para los chicos,
un beso para la familia.
Este adiós es el principio.

* * *

Confesiones de madrugada a falta de sueño
y el aguante de la garganta.
El descanso de la novela, las fuerzas para crear con palabras;
estas horas se hacen solas,
cuando los sentidos están dopados no se puede mentir.

Confesiones que reflejan que el corazón es frágil,
que se puede romper, que se acelera con la coca,
que respira con el amor.

Confesiones fotográficas, imágenes cinematográficas en los libros,
el recuerdo de las viejas cantinas;
el centro de Lima y su arquitectura.
Y sus historias.

Nada de mártires, nada de héroes ajenos.
Sólo yo canto en la torre.
El reino de Halley, al otro lado de la ventana,
me hace pensar en que ya viene diciembre
y en que no hay suficiente tiempo para escribir,
si lo piensas bien.

La radio de madrugada a veces ayuda un poco;
en otras ocasiones desespera y me eriza los vellos.
Cuando la noche se sumerge
y la luna cada vez más alta,
se va y se va.

Este canto es por la verdad de la noche.
El tilín que impulsa nuestras frases.
El clima cambia, la madrugada es cálida;
bajo las sábanas se calienta algo

Eso es lo que cuenta.

* * *

Noches de Diciembre

Qué son esas luces rutilantes
que cuelgan de las ventanas a lo largo de las calles,
silenciosas a veces, congestionadas después.
Sumergidas en oscuridad cálida,
pasando largas horas bajo los árboles,
absortas en la nebulosa humareda.

La sensación de diciembre,
las canciones navideñas que corren en el ambiente.
Y sino, también, las fiestas, los días lunes,
el lánguido despertar cubierto por las mañanas soleadas.

El tiempo es corto,
vuelven los teoremas literarios
que nos mantienen despiertos después de horas,
alejados de la cama, con la ropa acumulada junto con los libros,
con las bebidas, con la música,
con las cosas pendientes que ya desaparecieron.

En la esquina, los chicos toman helados en shorts.
Las chicas se lucen con poca ropa,
pero ahora sí, sin sentir frío.

Tal vez, no todos los amaneceres arrastren el terror de la existencia
con el canto de los pájaros, ese canto que anuncia que todo acabó,
una historia a la que se le pone punto, pero no encuentra final.

Esta noche estás ahí, hundido en el sillón,
observando la película a través de la ventana,
perdido y libre.

* * *

Una última palabra – año que muere – hechos, sucesos –
amor y furia – picaduras – literatura y fracaso.

Sol que cae sobre las hojas verdes –
canciones que suenan tristes y gloriosas al amanecer –
las noches de copas, el lento caer de las seis,
ese mar que se extiende en el horizonte.

Técnicas aprendidas – desilusión y bohemia –
contar estrellas es como contar dinero y viceversa – a la larga –
patrullas de criminalística rondarán las calles en Año Nuevo –
Andrés Calamaro hornea un pavo y algunas cosas más esta noche.

En los discos piratas que ahora traen bonus tracks
y son más prácticos y reemplazables –
estos derechos de autor que quizá prevalezcan,
las letras de todas las músicas sin letra conmigo a la tumba se irán.
31/12/03
* * *

Los buenos momentos que aún se dan,
que inquietan con ambiguas invitaciones a los sueños,
horas grises,
cielos rotos,
un minuto de pensamiento libre.
Las duchas ahora son largas,
el agua se traga al cuerpo,
No queda más que la banca del parque para descansar
...descansar ideas,
descansar violencia difusa,
extraña,
ajena.
El fin de tu último capítulo,
el fin de aquella canción,
de sensaciones de verano,
el fin de tus recuerdos,
esas exquisiteces egoístas,
esos buenos momentos que aún se dan sin avisar,
cuando piensas que no volverán más.
El teléfono pronto dejará de sonar,
caerá la tarde,
olvidaremos ciertos gritos
y mañana volverá el invierno.

Brian Wilson


Cantante de los Beach Boys


California nunca volverá a ser la misma.
Los coches convertibles ya no susurran tus melodías al Pacífico.
Algo cambió. Algo se rompió.
El dinero llegó rápido, la familia se resquebrajó.
No dudaste de ser un genio. Dudaste de la fama.
Dudabas de tu voz en la radio, no en el viento.
Entonces vino el encierro. El autoexilio.
Inundaste tu casa de arena y compusiste piezas artísticas
con los pies en una playa bajo techo.
Ese techo. Ese autoexilio.
Marihuana y L.S.D. en cualquier momento.
Que los productores esperen.
Que esas chiquillas que gritan agitando discos de Vinilo
esperen también.
Todo es parte del rock and roll o de la época.
Coquetearon con el demonio que entregó chicas fáciles
en su plan por conquistar al mundo.
El demonio quería cantar.
El demonio mató al feto de Sharon Tate.
El acontecimiento acabó con el sueño de una generación.
De ahí todo fue cuesta abajo:
Engordaste, te enganchaste a la coca, te olvidaste de tu familia.
Nunca dejaste de tocar.
Seguiste en el estudio. Seguiste teniéndole pánico a las giras.
Seguiste viendo como tu hermano se destruía
y no hiciste nada porque tú también te destruías.
La música siempre te planteó un camino en claroscuro.
Sobreviviste.
Tu hermano no.
Tus hijas crecieron y empezaron a cantar.
Tú no te enterabas porque te mantenían bajo control 24 horas,
en un granja de desintoxicación.
No se puede dar una moraleja en esta historia.
La música sigue.
Nunca dejaste de tocar, eso es todo.



El Fantasma del Campamento Amistad

Novela Inédita

Sinopsis: Marc Van Ritter lleva una vida sosegada y carente de emociones en un condominio a las afueras de la ciudad donde pasa los días escribiendo y buscando que la realidad no lo perturbe. Sin embargo, cuando un grupo de jóvenes llega a pasar el Año Nuevo, se irán revelando una serie de secretos y rencores que conllevarán a descubrir una realidad tormentosa y violenta.

Fragmento:

El Campamento Amistad no era exactamente un campamento y la amistad era relativa. Ubicado a 50 kilómetros de Lima, dos horas más o menos, el Campamento fue un espacio de vegetación y buen clima. La existencia del Lago Amistad, con presencia de animales y peces, le daba un toque paradisiaco.
En los setenta, un pequeño grupo de gente, digamos un poco acomodada, clase media-alta, burgueses prósperos, entre los cuales estaban los padres de Rodrigo, –jóvenes esposos en busca de una vida diferente–, compraron el terreno, votaron a los animales, cortaron algunos árboles, instalaron tuberías, sistemas de electricidad y levantaron casas amplias, cómodas, funcionales y a la vez rústicas con piscinas, hamacas y porches.
Sólo un letrero anunciaba:


CAMPAMENTO AMISTAD
Propiedad Privada

La gente se relajaba y llevaba una vida tranquila o eso parecía. Se empezó a volver caro vivir allí, la zona, en esa época estaba mucho más alejada de la ciudad que hoy en día y producía sensaciones de aislamiento. Para bien y para mal.
Se pusieron a la venta más terrenos. Al principio, no hubo respuestas. Se tuvieron que hacer nuevos cálculos y bajaron los precios. Poco a poco, semana a semana, mes a mes, se levantaron casas por aquí y por allá.
La vida en Campamento Amistad era relajada y tranquila pero también extraña.
En los ochentas, ya había una segunda generación que se lo pasaban haciendo travesuras con la complicidad de los árboles y los espacios abiertos y alejados por la noche: fumaban hierba. Chicos y chicas se toqueteaban. A veces habían peleas. Algunas adolescentes empezaban a salir embarazadas antes de terminar el colegio, lo cual generó rencores irreconciliables entre familias vecinas.
Se produjeron robos misteriosos. Cercaron el lugar y colocaron vigilantes armados:

CAMPAMENTO AMISTAD
Propiedad Privada
SÓLO SOCIOS


La vida de los adultos maduros también giraba ya sobre un eje decadente: agobiantes problemas económicos; enfermedades costosas, dramáticas y patéticas; infidelidades que duelen; depresión e hijos rebeldes.
Corrían los primeros noventas, cuando sucedió la tragedia.
Un grupo de jóvenes, chicos y chicas, considerados de los más revoltosos y sospechosos de haber perpetrado los robos dentro del Campamento, se internaron en el bosque, cargados de drogas, alcohol y música estruendosa.
Se dice que se bañaron todos juntos y desnudos en el Lago; que totalmente colocados utilizaron y luego destrozaron los juegos infantiles. Celebraron una orgía, se perdieron en la noche rodeada de montañas, bajo la luna... y amanecieron muertos los cinco, regados por distintas partes del Campamento Amistad.
La policía investigó, se tejieron vagas teorías y no se llegó a nada. Sin embargo, la idea de que el asesino fuese un vecino, siempre fue la más fuerte. Muchas familias se fueron de allí, incluyendo la de Rodrigo.
Se establecieron normas estrictas. No se admitió nuevos propietarios, ni se construyeron más casas. Por lo tanto, la familia de Rodrigo jamás vendió la casa, ahí estaba, ahí seguía, eventualmente mandaban a alguien a mantenerla habitable, incluso la utilizaron un par de veces como nidito de amor.
Pero nada más.
No tenía vida, era una casa muerta por casi 15 años.