viernes, 1 de agosto de 2008

DIVAS

Aunque no convenza a muchos, Olivia Goldsmith y Jacqueline Susann, son dos de las autoras que han resaltado con mayor precisión las tribulaciones de la mujer contemporánea, atrapada en la cultura occidental.


Jacqueline Susann (Filadelfia, 1974) empezó desde muy joven soñando con escenarios, luces de neón y alfombras rojas vistas a través de pantallas en blanco y negro. Jamás destacó como actriz; en vez de eso, se casó con un gurú de la publicidad y estando a punto de enfrascarse en una vida de ama de casa común, intentó el estrellato escribiendo. Y lo consiguió. Su novela El Valle de las Muñecas, publicado en 1966 ha vendido 30 millones de ejemplares hasta hoy. Un cáncer de mama, que la acechó durante años, se la llevó en 1974.



Olivia Goldsmith (1949), son palabras mayores. Aunque escabrosas y efectistas, sería muy mezquino negar el gran talento de la autora de Nueva Yersey para construir historias y transmitir ideas. Una brillante consultora de gestiones que empezó a escribir, después de que su marido la abandonase. Tras destacar por su inteligencia y cinismo en el medio intelectual de Nueva York, falleció en el 2004, en un quirófano por complicaciones en una cirugía estética.
A ambas autoras, las une un cierto final trágico e irónico en sus vidas. Una metáfora de lo que escribieron: probar que tanto la mujer que sueña con casarse y tener hijitos, como la liberal que quiere jugar sin comprometerse, no son más que estereotipos machistas.

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